miércoles, 25 de abril de 2012

El Cariño.


Hablar del cariño es como hablar de respirar, es algo demasiado complejo y que todos necesitamos. Todos hemos pasado por un momento en el creemos encontrarnos solos, desolados, sin nadie alrededor nuestra mediante el cual podamos reír juntos. Todos nos hemos encontrado alguna vez en una solitaria noche oscura y fría. Esta es la situación en la que nos apetece mirar abajo y esconder la cabeza bajos los brazos de ese alguien ...y es que cuando van mal las cosas, no puedes evitar sentir y acordarte de aquellos a quienes quieres, porque son estos los primeros que te han dado su cariño y confianza. La preocupación de un padre, el apoyo de un hermano, la risa tonta de un cuñado, el beso de una amiga, la palmada en el hombro y el abrazo de un amigo, la fe incuestionable de esa persona, capaz de mover montañas y de hacer lo que este en sus manos para sacarte una sonrisa, que te cojan de la mano, un abrazo, un beso, un "¿Hey como estas?", cada una de estas cosas son caricias incontroladas, que no se pueden reprimir porque salen desde los más profundo del corazón, y que si se reprimen, no indican nada bueno. Cada caricia es un golpe de calor que nos lleva a dar un paso adelante, a luchar por superar el récord de un nuevo minuto  vivido sin venirse abajo. Somos enfermos de hipotermia, todos y cada uno de los seres humanos que viven en este planeta se encuentran enfermos de hipotermia desde el momento en el que nacen. Cada caricia es un golpe de calor, por eso las necesitamos, por eso las buscamos en nuestro entorno, y por eso las recibo y las doy, por que no podemos vivir sin ellas. 

Estas esperando un tren. Un tren que te llevará muy lejos. Tu sabes donde quieres que este tren te lleve, pero no sabes donde te llevará. Pero no importa, porque estaremos juntos.

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